En este post te muestro las 4 habilidades que te harán triunfar en la vida. Si careces de alguna y no estás teniendo los resultados que quieres en tu negocio, esto quizá te ayude a ver dónde puedes mejorar...
Son 4 características que te separarán de lo que no quieres, y te acercarán a ese éxito tan ansiado.
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¿Preparado para triunfar? Un estudio realizado en 1996 por el eminente investigador de la conducta humana y empresarial, David McClelland, confirma el potencial de la inteligencia emocional para aumentar el rendimiento laboral y empresarial de las personas.
Este estudio se les realizó a altos directivos de una multinacional de alimentación y bebidas. Se demostró que altos cargos con excelentes competencias en inteligencia emocional superaban los objetivos de rendimiento anuales en un 20%. En cambio, los jefes sin esas capacidades obtenían unos resultados por debajo de la media, más o menos en el mismo porcentaje.
Esta prueba se corroboró con las divisiones de la misma empresa en Estados Unidos, Asia y Europa.
Por ello, este artículo es tan necesario para tu negocio, tu rendimiento y tu crecimiento y progreso. Paso a detallarte las 4 habilidades:
La autoconciencia implica comprender en profundidad las emociones, los puntos fuertes, las debilidades o limitaciones, las necesidades y los impulsos de uno mismo.
Las personas con esta habilidad no son ni demasiado críticas ni excesivamente optimistas, sino sinceras consigo mismas y con los demás, un signo inequívoco de estar preparado para triunfar.
Esta persona sabe reconocer cómo le afectan sus sentimientos tanto con ella misma (y su rendimientos laboral) como con los demás.
Un individuo autoconsciente sabe a dónde se dirige y por qué; así, por ejemplo, se muestra firme al rechazar una oferta laboral que resulte tentadora desde un punto de vista económico pero no encaje con sus principios u objetivos a largo plazo.
“Básicamente la autoconciencia es conocerse muy bien a uno mismo”
La autogestión o la autorregulación es la habilidad para controlar nuestros impulsos o nuestros sentimientos.
Las personas con un alto grado de autogestión también tienen sus momentos de malhumor e impulsos emocionales como todo el mundo, pero encuentra formas de controlarlos e incluso de canalizarlos de forma útil, lo que les acerca a triunfar en todos los ámbitos.
¿Por qué es tan importante la autorregulación para los líderes?
En primer lugar, quienes controlan sus sentimientos y sus impulsos pueden crear un entorno de confianza e imparcialidad en la que la política y las peleas internas se reducen drásticamente y la productividad es elevada.
En segundo lugar, es importante por motivos de competitividad. La tecnología transforma o cambia el trabajo a una velocidad mareante.
“Las personas que dominan sus emociones puedan avanzar con los cambios”.
La empatía implica considerar detenidamente los sentimientos de los
demás, junto con otros factores, en el proceso de toma de decisiones inteligentes.
La empatía es especialmente importante hoy en día como componente del liderazgo como mínimo por 3 razones:
“Finalmente la empatía es colocarte en la situación sentimental y emocional del prójimo para saber como se puede llegar a sentir y, con ello, poder ayudarle a tomar decisiones que mejoren esa situación”.
Los individuos con capacidad social suelen tener un amplio círculo de conocidos y facilidad para encontrar puntos en común con gente de todo tipo, es decir, para lograr una compenetración. Dan por sentado que asolas no se consigue nada importante.
La capacidad social es la culminación de las demás dimensiones de la inteligencia emocional. La gente tiende a ser muy eficiente en la gestión de las relaciones cuando logra comprender y controlar sus emociones y demostrar empatía por las de los demás.
Sería una tontería negar que, como se nos ha dicho toda la vida, el coeficiente intelectual y la capacidad técnica son ingredientes importantes de un buen liderazgo, pero la receta no estaría completa sin la inteligencia emocional.
Es una suerte que la inteligencia emocional (imprescindible para un buen rendimiento laboral) pueda aprenderse. El proceso no es sencillo. Hace falta tiempo y, sobre todo, compromiso, pero las ventajas que ofrece una inteligencia emocional bien desarrollada, tanto para el individuo como para la organización, hacen que el esfuerzo valga la pena.
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Un abrazo y Recuerda:
¡No tengas miedo a fallar, ten miedo a no intentarlo!
Agustín Bermejo
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